¿Lees novela erótica? ¿Te has corrido alguna vez cuando tus ojos se deslizan por las palabras escritas en páginas amarillentas, mientras sientes los latidos atenazando tu polla caliente y dura en el pantalón vaquero?

¿No has sentido como un escalofrío recorre tu espalda desde el pubis, dándote la sensación de que necesitas aire... o mejor, una boca que recorra esa verga erguida desde su base hasta la punta? Muy mojada, mucha saliva caliente resbalando por unos labios carnosos pintados de rojo que se desdibujan manchando el rostro femenino.

Mi rostro...

En su defecto puedes masturbarte, agarrar firmemente tu polla con la mano, rodear el capullo con los dedos gruesos y sentirla palpitar. Gemir.

¿Quieres correrte leyendo novela erótica? ¿Quieres que escriba porno para ti? ¿Quieres recordar estas palabras mientras estás conduciendo, acostado en la cama, o duchándote? ¿Quieres sentir como se te pone dura cuando el agua acaricia tu culo al entrar en el mar? ¿Quieres imaginarme jadear tu nombre mientras estamos separados, fantasear con cómo me masturbo tirada sobre la alfombra de mi dormitorio, como me penetro yo misma y me lamo los pezones... pensando en ti?

Como me estremezco al correrme... gritando tu nombre.

Imagina leche condensada resbalando por mis nalgas. Y ahora imagínala resbalando por mi coño rasurado. Imagina que la lames, que la chupas entera, y que yo te acompaño. Que nos pringamos entre sudor y azúcar.

Y ahora imagina que no es leche condensada...

¿Quieres?

Yo quiero que te corras pensando en mí.

Puedo hacer que te corras pensando en mí.

Puedo.

Puedo escribirte las cosas más calientes.

Puedo.

¿Quieres?

martes, 13 de septiembre de 2011

No lo llames amor...

Una imagen en mi mente, en blanco y negro. Una mujer recostada en su cama, pudorosamente desnuda. Piernas flexionadas, rodillas juntas. Su marido, a sus pies, rendido a ella. La mujer separa las rodillas y al hacerlo gira la cabeza para apartar la mirada, preparándose para ser amada…

Piernas abiertas… amores, ¿prohibidos?

La imagen se desdibuja…
Amor no; no lo llames amor cuando sabes que lo que quieres decir es otra cosa. Sexo. No confundas las palabras. Las piernas de una mujer también se abren porque desean una polla dura introducida con fuego. Anhelan a un amante… palabra mal utilizada. Anhelan a un follador.

Porque no quieres que te engatusen con palabras bonitas. Quieres sentirte sucia, perversamente deseada y mil veces  consumida. No quieres que te hagan el amor, lo que quieres es que te follen como a una zorra…
Por eso… abrir las piernas para practicar sexo… No señor, no las abro; me pongo a cuatro patas y te pido que me folles el culo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario